Je, je.. ¡¡¡ Qué te voy a contar yo !!! Las cuestas las considero un castigo de los dioses por mis múltiples pecados, en lo alto de una bici quisiera ver yo a los terraplanistas, veras como cambian de opinión.
Soy malo subiendo, pero malo y aún así lo sigo intentando (se ve que me dieron una pedrá en la cabeza de niño). Al principio me daba vergüenza que me vieran, la verdad es que daba, y sigo dando vergüenza, pero como la bici es mía me voy por donde me plazca y si alguien se rie de mi, cosa que nunca a pasado, pues mira, feliz que lo hago.
Antes se me disparaban las pulsaciones, el aire me faltaba y eso que abría hasta las orejas, las piernas empezaban a temblar e incluso he llegado a marearme y tener que sentarme en el suelo.
Ahora subo, a mi ritmo, pero subo, no me preocupa a la velocidad que lo haga, voy lo mas blando posible sin llegar ha hacer el molinillo, controlo la respiración dando inspiraciones mas profundas y largas en vez de muchas y cortas, me concentro en mantener la cadencia y que tanto la pierna izquierda como la derecha empujen por igual, bloqueo la horquilla y sobre todo, mientras subo voy disfrutando de las vistas, arriba ya llegaré, pero el paisaje no me lo pierdo. Sigo pareciendo una garrapata en lo alto de la bici, pero me la suda.
Ni se te ocurra tomarte mis palabras como un consejo, soy el menos indicado y los compañeros del foro que me van conociendo saben que soy un desastre, pero yo me monto en mi bici y disfruto como un enano.