Venga, vamos a empezar el año retomando las buenas costumbres, y una de ellas es la de volver a comentar mi rutas.
El día 2, aunque un poco perjudicado, me di una vuelta corta por el Guadalhorce y el paseo marítimo de Torremolinos, tenía ganas de desempolvar mi BH. Acostumbrado a los 26,5 Kgr de la Mondraker, la BH es una pluma y se agradece al tener que subir las escaleras.
Ver el adjunto 86182
Ayer ya hicimos la primera salida en serio, nos tiramos para El Santo de Pizarra. Bocata de Serranito y cola en Cártama Estación y al lio.
Lo malo de esta ruta es que hay unos cuantos kilómetros de carretera y claro una BBT1 ¿O es BBT3? ya me estoy liando... no es lo mas cómodo, así que al rato, "El Pirineo" molestaba, "La Sierra Morena" calentita y "El Macizo Central" dormido (Trasponer los puntos geográficos a la anatomía humana).
Una vez en el campo la cosa se puso guapa, guapa, con las lluvias está todo de un verde precioso. Nos propusimos darnos un poco de caña y no tocar el botoncito, algo que psicológicamente has de estar muy concienciado. Subir al Santo en ECO tiene miga, cuando llegas a cuestas del 8% te parece que vas en llano, así que el dedo pulgar bien pegado al puño y nada de tocar botoncitos.
Todo fue normal hasta que se nos ocurrió bajar por otro lado que nunca habíamos hecho y que desconocíamos totalmente, además sin miedo y sin GPS, a pelo. Nuestra intención era llegar a la ermita de Las Tres Cruces, pero claro, llegamos a un cruce de cuatro caminos y ni pajolera idea de cual coger. A esto que vimos aparecer en un coche, creo que era rojo por lo poco que se vislumbraba debajo del polvo, a un hombre del lugar y decidimos pararle y preguntar:
+ "Guenas, jefe ¿Pa tirar pa las tres cruces pa endonde eh?"
- "To tiezo pallá" (señalando un carril con el dedo que mas mierda tenia)
+ "Po munchas graciah y vaya usteh con dióh"
Caminito para arriba y una bajadita muy divertida y bien larga, perooo… frenazo en seco frente a una casa por los dos perros mas grandes que he visto en mi vida que nos salieron al camino, al principio pensé que eran burros, pero lo de los burros lo cuento mas adelante.
Tuvimos suerte de verlos a tiempo y parar a una distancia prudencial, pero los chuchos estaban allí como diciendo "Venid, venid, veréis que divertido".
¡¡¡ EEEEEEHHHH... los de la casaaaaa, esos perroooooos !!!!
Nada, silencio... volvemos a gritar como energúmenos, o como al que se le rompe el sillín y cae de golpe sobre la tija.
Así un buen rato hasta que a lo lejos oímos: "Pasaaaaad, que los perros no hacen naaaaaaaa !!!" Y nosotros: ¡¡¡Que no, que no nos fiamos!!! Todo esto a grito pelao y así un rato hasta que el tío nos dice: "Y a mi que me cuentas, si los perros no son míos"
Subir por donde habíamos bajado y volver por el mismo camino, ya no era una opción aceptable, así que recurrimos a la palabra mágica: Vamos a llamar al SEPRONA, en cosa de cinco minutos apareció una furgoneta con el dueño de los perros, los ató, después de discutir un rato y ya pudimos continuar.
¿Cómo aparecimos en un arroyo? Pues ni idea, pero estábamos en un arroyo, como estaba seco y no era estrecho dijimos de seguir el cauce arriba (ya veras) Pasamos junto a tres burros que estaban pastando tranquilamente, muy bonitos y grandes y sabemos que a los burros (de cuatro y dos patas) hay que dejarlos en paz y seguimos hasta una curva del arroyo donde oímos rebuznar a un burro.
Mi colega se paró para ver si ya tenia cobertura y echar un vistazo al Google Maps, yo me paré unos metros mas adelante.
Cuando eché la vista atrás vi acercarse a un burro donde estaba parado mi compi, le dije muy tranquilo que se le estaba acercando un burro por detrás, si claro, que se lo iba a creer, siempre estamos con las bromas y las tonterías y eso no iba a colar.
Yo insistía porque el burro estaba cada vez mas cerca y con las orejas tiesas. La verdad es que desconozco las intenciones del burro, pero solo pueden ser tres: Que lo acaricies, que te muerda, o que te coja por detrás y se te quede la voz aguda para el resto de tu vida.
Cuando mi compi volvió la cabeza atrás vio la cara del burro a dos cuartas, eso si fue un sprint en toda regla. Luego me dio pena del burro, se quedó con una carita muy triste, así que deduje que la intención del burro era la tercera opción.
Continuamos arroyo arriba, pero la cosa se complicó algo mas de lo esperado, nos encontramos con arena muy blanda y profunda, ramas y unos peñascos enormes. ¿Dar la vuelta y volver a pasar por donde el burro? Va a ser que no.
El arroyo se convirtió en solo rocas, vegetación cerrada y para colmo, con agua. De allí conseguimos salir, aunque mejor no os lo cuento porque hay que mantener una reputación, pero, para habernos matao ¿Cómo subes tu la ladera de una montaña empinada campo a través y empujando una bici que pesa 26 kilos?
Cuando llegamos a la pista fue como el resurgimiento del Ave Fenix, pero no en el sentido mitológico, si no porque estábamos quemaos.
Conseguimos orientarnos y cogimos el camino de vuelta. La gracia que te entra cuando abres el Google Maps y te dice "Dirígete hacia el noroeste" ¡Pero hijo de la gran put*, si no sé ni donde está el put* norte!
Lo que pasa en los montes se queda en los montes.
PD: Cuidado con los burros
