Bueno, por fin buenas noticias: El jueves pasado tuve visita de control con la traumatóloga, ¡y me dieron el alta de la clavícula!
Después de 4 meses y pico de parón, más el confinamiento previo, había muchas ganas de bici, así que al día siguiente (viernes), me escapé a hacer una ruta mañanera.
La verdad que es increíble lo que unos meses de baja pueden hacerte perder la forma, ya que una salida de unos 30km, con un desnivel positivo de 150 metros se me hizo durísima. Y eso que voy haciendo 1-2 sesiones de bici de spinning por semana (45 mins de media), pero no es lo mismo que la bici física.
Además, con pájara incluida, y calambres en ambas piernas a 1 km de llegar a casa. Aunque de esto último tiene la culpa haber empezado a hacer una dieta cetogénica (sin comer hidratos, para obtener energía de las grasas) hace un par de semanas para reducir lorzas. El cuerpo aún no se ha debido adaptar del todo a la nueva fuente de energía, y yo me metí un sobreesfuerzo. Hasta que el cuerpo no se acabe de adaptar, me tomaré con más calma las siguientes sesiones (aparte de llevar algún gel por si acaso).
En fin, ahora se trata poco a poco de volver a rodar, reducir lorzas y volver a pillar la forma.