amenomejodas
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La deseas. Ni la has visto realmente, pero sabes que existe. Tiene más rigidez, es mas ligera, eficiente, segura y reactiva. En las fotos pinta guapísima, menos los pedales; los pedales va a ser lo primero en caer, y luego le casco el selle de la vieja... Ya, joder, ¿qué hago con la vieja? a la parienta la puedo medio convencer de las mejoras que supone una nueva: - la edad no perdona, los materiales son más avanzados y ofrecen más seguridad,.. "pero ya tengo la de gravel y la otra 29. Además, más neumáticos, otro sillín aparcao, más pedales..." - que da igual... la decisión está tomada, no trates de racionalizarlo.
En realidad, si echas la vista atrás, hace 4 años te pasó lo mismo. La has amortizado, sin duda, pero ¿ha merecido la pena? Si hubieras seguido con la que vendiste de 2016, con la tija pija y todas esas mejoras... al final los cables por dentro no eran para tanto, el boost tampoco fue un cambio drástico... pero todo suma, sin duda mereció la pena. Sí... ¿no? - Sí, supongo.
Construimos amores platónicos, sabemos que son pasajeros, pero nos dejamos llevar. Merecen la pena esas semanas de tenerla impoluta, ajustada y engrasada, con los discos como para comer en ellos, y la cadena encerada como un cirio; hasta la octava salida. - esa en la que decimos "ya la limpio mañana". - Y no, no la limpias mañana. La limpias el jueves y lo justo para tenerla lista para el finde.
Y el primer finde... que quedaste con la pandi sin decir nada para dar más golpe de efecto, restándole importancia. Presentaste a tu nueva amante, y contasteis hasta los dientes que trae el 51. Hasta que dos semanas después llega el listo que tiene la nueva Orbea. -Joder, si hubiera esperado... me dan ganas de ponerle la fox 38, que eso es una inversión para toda la vida. Hacerla más endurera... venga, ¿me la pillo y vendo la 32 de serie?. Y ya que tal, unos neumáticos más rodadores y ligeros, y tornillos de titanio.
Pero te jodió el paseo, el capullo. Al menos un rato. Luego, a punto de coronar la cima, ya se te olvidó toda esa mierda, y estás vacilando al globero. Tirados viendo el paisaje mientras os zampais el bocata no importa una mierda eso ya. Podrías haber subido con la 26 y si, hubieras tardado 5 minutos más, pero la puedes posar en cualquier tronco o en el suelo y dejarla candada abajo en el bar, sin estar cagao pendiente de si te la cepilla el primer listo que pase.
¿Medio kilo más? - Sube más lento. Harás más ejercicio y en tres salidas estarás mejor de forma. ¿Suspensión más dura? - joder baja más lento y busca la línea, que para ir sin mirar ya tienes el suzuki kamikaze. Haz el camino divertido, sin prisas, y olvida tanto objetivo. Haz de la compañía, aunque subas sólo, la excusa. Porque las pasiones van y vienen, así que ¿por qué en lugar de cambiar el objeto, cambias tu objetivo? La bici te permite ver paisajes, vivir experiencias, a veces con los huevos de corbata, a veces dejándotelos en una cuesta. Sabes que la brisa de la bajada hace que la subida haya merecido, y con mucho, la pena.
Y el bocata, y el café, y la cerve de después. El alimoche y la gineta que os cruzasteis, el murmullo del silencio en la paz de ese recodo donde esperas 3 minutos por el colega gordinflas, para llamarle gordinflas, y pa verle colorao echando los hígados intentando ir a 50 metros detrás a la par de la grupeta, para darle una gominola y reirte de su eléctrica, sabiendo que sin ella no podría ni subir, y es que a pesar de todo, merece reconocimiento, por tanto empeño que le pone, y porque es tu colega gordinflas.
¿Y cuando llueve? ¿no es momento de pasar una tarde de sábado limpiando con mimo todos y cada uno de los componentes de tu corcel, mientras escuchas un discazo de los 90's en el garaje?. Al final, te calientas y sales a hacer algo de BMX improvisado, y la dejas de mierda igual o peor, pero luego la cuelgas, orgulloso de lo bien que llevas esa técnica. "El próximo finde pillo la 26, que para brincos y wheelies es la mejor" - te dices. - No lo harás.
Amor fati, lo llamaba Nietzsche en honor a Séneca y a Marco Aurelio. Como "amor por el destino" lo tradujo Albert Camus, un siglo después. Y es amor por el absurdo. Porque todo es absurdo, así que ¿por qué no amar lo que tienes y lo que estás haciendo, ya sea limpiar unas barras con isopropílico como si fueran de tu coche de boda? Aceptación, decía Epicuro, y adaptarse a lo que hay. Siempre habrá algo mejor, pero, ¿sabremos disfrutarlo? ¿por cuanto tiempo?
No me hagáis mucho caso, es sólo una pequeña reflexión mañanera producto de una noche atareada. Pero en mi defensa diré que cada vez que toco la guitarra que hice con mis propias manos con un tablón de nogal, sin prisas, descubriendo ese amor fati a cada pasada de lija, me siento orgulloso de ello, y de ella. Y no necesito ninguna mejor; dudo mucho que exista, ya sea la de Mark Knophler, B.B. King o de Angus Young. Es perfecta como está.
Como mi 26" que cabe en cualquier ascensor y la puedo dejar candada.
En realidad, si echas la vista atrás, hace 4 años te pasó lo mismo. La has amortizado, sin duda, pero ¿ha merecido la pena? Si hubieras seguido con la que vendiste de 2016, con la tija pija y todas esas mejoras... al final los cables por dentro no eran para tanto, el boost tampoco fue un cambio drástico... pero todo suma, sin duda mereció la pena. Sí... ¿no? - Sí, supongo.
Construimos amores platónicos, sabemos que son pasajeros, pero nos dejamos llevar. Merecen la pena esas semanas de tenerla impoluta, ajustada y engrasada, con los discos como para comer en ellos, y la cadena encerada como un cirio; hasta la octava salida. - esa en la que decimos "ya la limpio mañana". - Y no, no la limpias mañana. La limpias el jueves y lo justo para tenerla lista para el finde.
Y el primer finde... que quedaste con la pandi sin decir nada para dar más golpe de efecto, restándole importancia. Presentaste a tu nueva amante, y contasteis hasta los dientes que trae el 51. Hasta que dos semanas después llega el listo que tiene la nueva Orbea. -Joder, si hubiera esperado... me dan ganas de ponerle la fox 38, que eso es una inversión para toda la vida. Hacerla más endurera... venga, ¿me la pillo y vendo la 32 de serie?. Y ya que tal, unos neumáticos más rodadores y ligeros, y tornillos de titanio.
Pero te jodió el paseo, el capullo. Al menos un rato. Luego, a punto de coronar la cima, ya se te olvidó toda esa mierda, y estás vacilando al globero. Tirados viendo el paisaje mientras os zampais el bocata no importa una mierda eso ya. Podrías haber subido con la 26 y si, hubieras tardado 5 minutos más, pero la puedes posar en cualquier tronco o en el suelo y dejarla candada abajo en el bar, sin estar cagao pendiente de si te la cepilla el primer listo que pase.
¿Medio kilo más? - Sube más lento. Harás más ejercicio y en tres salidas estarás mejor de forma. ¿Suspensión más dura? - joder baja más lento y busca la línea, que para ir sin mirar ya tienes el suzuki kamikaze. Haz el camino divertido, sin prisas, y olvida tanto objetivo. Haz de la compañía, aunque subas sólo, la excusa. Porque las pasiones van y vienen, así que ¿por qué en lugar de cambiar el objeto, cambias tu objetivo? La bici te permite ver paisajes, vivir experiencias, a veces con los huevos de corbata, a veces dejándotelos en una cuesta. Sabes que la brisa de la bajada hace que la subida haya merecido, y con mucho, la pena.
Y el bocata, y el café, y la cerve de después. El alimoche y la gineta que os cruzasteis, el murmullo del silencio en la paz de ese recodo donde esperas 3 minutos por el colega gordinflas, para llamarle gordinflas, y pa verle colorao echando los hígados intentando ir a 50 metros detrás a la par de la grupeta, para darle una gominola y reirte de su eléctrica, sabiendo que sin ella no podría ni subir, y es que a pesar de todo, merece reconocimiento, por tanto empeño que le pone, y porque es tu colega gordinflas.
¿Y cuando llueve? ¿no es momento de pasar una tarde de sábado limpiando con mimo todos y cada uno de los componentes de tu corcel, mientras escuchas un discazo de los 90's en el garaje?. Al final, te calientas y sales a hacer algo de BMX improvisado, y la dejas de mierda igual o peor, pero luego la cuelgas, orgulloso de lo bien que llevas esa técnica. "El próximo finde pillo la 26, que para brincos y wheelies es la mejor" - te dices. - No lo harás.
Amor fati, lo llamaba Nietzsche en honor a Séneca y a Marco Aurelio. Como "amor por el destino" lo tradujo Albert Camus, un siglo después. Y es amor por el absurdo. Porque todo es absurdo, así que ¿por qué no amar lo que tienes y lo que estás haciendo, ya sea limpiar unas barras con isopropílico como si fueran de tu coche de boda? Aceptación, decía Epicuro, y adaptarse a lo que hay. Siempre habrá algo mejor, pero, ¿sabremos disfrutarlo? ¿por cuanto tiempo?
No me hagáis mucho caso, es sólo una pequeña reflexión mañanera producto de una noche atareada. Pero en mi defensa diré que cada vez que toco la guitarra que hice con mis propias manos con un tablón de nogal, sin prisas, descubriendo ese amor fati a cada pasada de lija, me siento orgulloso de ello, y de ella. Y no necesito ninguna mejor; dudo mucho que exista, ya sea la de Mark Knophler, B.B. King o de Angus Young. Es perfecta como está.
Como mi 26" que cabe en cualquier ascensor y la puedo dejar candada.