Una vez llegado el momento de hacerle el mantenimiento periódico de suspensiones a mi nueva Anthem, la llevo religiosamente a la tienda que me queda más cerca, regentada por un chaval que se crió en mi pueblo y que además pertenece al club de mi grupeta.
A los pocos días de recogerla, noto que el amortiguador pierde aire. Se lo comento, me dice que se la lleve. Sigue perdiendo aire, pero menos. Me mosqueo un poco, pero lo dejo estar.
Llegado el momento de hacer de nuevo el mantenimiento, se la llevo, le comento que sigue perdiendo un pelín de aire. A la siguiente salida, noto que el amortiguador hace un ruido como de roce de gomas. Lo llamo para comentárselo, me dice que no tiene mayor importancia, que puedo seguir usando la bici hasta que me convenga llevársela. Mosqueado con el ruidito y viendo que el amortiguador no se manchaba de aceite con el uso, se la llevo tras otra salida... con el vástago ya parcialmente descolorido. Me la devuelve y esta vez sí se ve aceite, aunque sigue perdiendo aire. Dice que la pérdida de color del vástago no tiene importancia.
Con él ya me habían pasado detalles como montar ruedas al revés, quedar tornillos flojos... y nunca, nunca, me había dejado un cambio o desviador bien ajustado. Así que para el siguiente mantenimiento decido preguntar en la grupeta y me recomiendan un mecánico a casi una hora de distancia. Según le explico a éste lo del amortiguador suspira y me dice que lo va a enviar a origen. Vástago y pulmón cambiados, precio total casi igual al de un amortiguador nuevo.
Pero unos pocos meses después me llama el chaval del principio para decirme que tiene en la tienda una rígida de 27.5" de segunda mano. Es justo lo que estaba buscando. La tiene anunciada en internet como "revisada y lista para llevar". La pruebo y aparecen ruidos por todas partes. Él se compromete a revisarla "de verdad", me asegura que está bien porque siempre le ha hecho él los mantenimientos y me da una garantía de tres meses. Acepto. Le digo que se tome todo el tiempo necesario para hacer lo que tenga que hacer. Tras la "revisión" me la llevo pero sigue haciendo un ruido muy feo al frenar. Se la llevo de vuelta. "Hay que ajustar los frenos y tal". Sigue haciendo el ruido. Como conozco al personaje, miro las pastillas y eran semi-metálicas. Los discos de freno que monta esa bici requieren pastillas orgánicas, como se puede leer en los propios discos. Les pongo las pastillas correctas y ya frena perfectamente.
Justo en ese momento empieza el covid, así que la bici pasa el periodo de garantía en el garaje. Vuelvo a usarla y hay algún ruidito, la rueda trasera tiene holgura... y una barra de la horquilla (una Recon Gold) empieza a mostrar desgaste. Cuando la compré tenía una zona minúscula algo descolorida justo donde ahora está el desgaste. No le di mayor importancia. Al fin y al cabo parte del trato era que me la daría con el mantenimiento de la horquilla hecho.
Le llevo la bici al otro mecánico que me queda lejos. Ya ni me acuerdo de todo lo que le cambió en el eje trasero y pedalier. Hasta le quitó un par de eslabones a la cadena. El eje delantero "tampoco está bien del todo, pero por ahora no dará problemas". Quedamos en que buscaría otra horquilla en el mercado de segunda mano o que probaríamos a hacerle el mantenimiento y ver si seguía gastándose.
Era una bici "revisada y lista para llevar". Después supe quién fue el dueño. Poco uso pero mucha Karcher.
Ya, ya, me lo tengo bien merecido.
