Y tanto que da para charla...
La ruta más habitual que hago es camino de Alcalá de Guadaira. En el trayecto hay que pasar por caminos públicos que se acercan a varias fincas donde hay caballos, ovejas... La cuestión es que hay un señor que deja sus tres mastines sueltos, sin estar al cuidado de rebaño alguno o estar él cerca, de vez en cuando. En 3 meses ya me los he encontrado dos veces. La primera vez me los encontré de sorpresa, y la reacción agresiva de uno de ellos (no estaban guardando nada de rebaño ni parecido) hizo que empezara a dar pedales como loco. Tardó unos 400-500 metros el animal en darse por vencido. Yo con el corazón en la garganta del esfuerzo que acababa de hacer (no, no estaba haciendo series).
La segunda vez iba con un compañero, él iba delante, y se paró de golpe. El perro (el mismo que el de la persecución) se lanzó hacia nosotros. Mi compañero le echó la bici encima para apartarlo y... Menos mal que el bicho se apartó y nos dejó tranquilos.
No he localizado al energúmeno que deja en caminos públicos tres perros de esa envergadura (son como yo sin exagerar: 1'84 de tío y 85 kilazos) con el peligro que ello conlleva. La próxima llamo a la policía nacional para que localice al sinvergüenza que deja esos animales sin supervisión. No ya amarrados, sino sin supervisión alguna.