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En carretera, Campagnolo se encontró en 1991 alfrente deun dilema: En Vicenza ya estaban preparados los protos de palanca integrada. Había diferentes alternativas, pero ya se perfilaba quela solución más alida era la que consistía en una palanca de freno, una de ascensión tras ella accionada hacia adentro y una pequeña que girase en sentidocontrario a la anterior y estuviese montada hacia el interior del manillar. Es decir, lo que finalmente vimos.
Este sistema posibilitaba el uso del mismo núcleo presente en las palancas de cambio montadas en elcuadro, con muelles fiadores y hacía muy sencillo elmecanismo de control de ese núcleo.
Así, el sistema era más compacto, sencillo y legero que el de shimano, además de ser fácilmente reparable (algo imprescindible para Campagnolo)
Pero además de este sistema se e3xtrajeron otras conclusiones que demostraban que se iba por el buen camino. Una de las quejas de los profesionales que usaban el Dual Lever de Shimano era que el peso de la maneta estaba muy desplazado hacia adelante, con lo cual el manillar contaba con mucha inercia en los giros, haciendo la bici "cabezona".
El sistema de Campagnolo, al ir en elinterior del cuerpo de la maneta tenía un menormomento polar de inercia, además de ser en principio algo más ligero.
Desde el punto de vista ergonómico, el nuevo sistema era tan válido como el de Shimano. En ese punto tampoco había problema.
El hecho de quel sistema de cambio estuviese dentro del cuerpo de la maneta y no montado en la parte móvil, en la palanca de freno, posibilitaba la ocultación del cable de cambio por debajo de la funda de manillar, cosa que en las Shimano no es popsible a no ser que se monte un complicado mecanismo en lasmismas que las haría enormes y pesadas. Esto era importante de cara a los usuarios tradicionales delamarca italiana que tenían el aspecto estético como un valor de los componentes Campagnolo.
Sin embargo, el hecho de discurrir la funda por elmanillare, adoptando sus curvas aumentaba el rozamiento del cable contra la funda, lo cual hacía el tacto menos agradable que en las palancas Shimano.
Se hicieron miles de kilómetros de test con equipos aficionados italianos. se quería tener la absoluta seguridad de que las levas integradas de Campagnolo iban a carecer depuntos débiles mínimamente argumentables.
Y al final se decidió no poner a la venta las palancas en 1991. O al menos no en los primeros meses, con lo cual no aparecieron en los catálogos de aquel año
Pero pronto algunos equipos profesionales italianos pidieron a Vicenza poder utilizar las palancas que usaban los aficionados. En Campagnolo aún se dudaba, no se quería tener un fallo en compatición profesional, nisiquiera se quería que se corriese aíun la voz de que sus manetas estaban a punto.
Pero en Italia, los equipos profesionales y aficionados sino comparten estructura, tienen una estrecha relación, lo cual hizo que lasprimeras manetas apareciesen el las clásicas de primavera en el pelotón profesional.
Los profesionales juzgaron el sistema como satisfactorio para carreras de ese tipo, y los ErgoPower comenzaron a aparecer burdamente camuflados en casi todos los equipos profesionales sponsorizados por los italianos. En todos menos en Banesto, donde aún se miraba el sistema con desconfianza... Pero es que Banesto era de los pocos equipos que contaba con ciclistas que aún no usaban pedales automáticos!
Tras el Tour De France, Pedro Delgado, viendop el buen resultado que el sistema estaba dando en muchas carreras a otros equipos, decidió montar también el sistema en su bicicleta. Y así, en Septiembre de 1991, Campagnolo bautizó sus palancas con el nombre ErgoPower y las puso a la venta.
La demanda era tan grande que la distribución no se regularizó hasta mediados de 1992. Había listas despera, cartas de distribuidores y aficionados a la fábrica... El éxito de ventas estuvo a punto de acabar siendo una nueva tragedia para Campagnolo, ya que lamaquinaria que montaba las palancas no daba abasto. Hubo que contratar personal para montarlas a mano, y aún así, la estampación no daba para más. Además el control de calidad supònía un cuello de botella importante, pero era necesario que ese control se llevase a cabo por el personal más preparado de la fábrica y que fuese estricto hasta el paroxismo. No se podía permitir el más mínimo fallo.
Así las cosas, el otro gran proyecto de la casa italiana para 1992 se vió gravemente dificultado: Se iba a poner a la venta un grupo de mtb llamado Record OR que pretendía ser el asalto definitivo de los de Vicenza al mercado del los caminos, pero su producción en las fechas clave para servir a los fabricantes, es decir justo a fineles delverano para las ferias del otoño hubo de ser detenida cuendo apenas se habían fabricado 1000 unidades de algunas de las piezas. Así las cosas, Campagnolo perdió la oportunidad de servir gran cantidad de pedidos que había hechos en firme, algunos de los principales fabricantes del otro lado del océano.
Fué una decisión terrible para los italianos. Era entrar en un mercado enorme como el del mtb USA o servir adecuadamente a los fieles fabricantes y aficioandos europeos. Se optó por esto ultimo. Viédolo con 10 años de distancia, quizá se escogió acertadamente el mal menor.
La gama 1991 de carretera se vendió incluso algo mejor que la de 1990 a los fabricantes, pero fué un éxito mucho mayor en las tiendas. Campagnolo comenzavba a desprenderse de su fama de fabricanmte anquilosado y la gente volvía a confiar en ellos para actualizar antiguas bicicletas.
Tras la aparición de los ErgoPower en otoño, y a pesar de la extremadamente irregular distribución, las ventas en aftermarket continuaron al nivel del verano en lugar de caer como es normal todos los años. La fábrica de Vicenza estaba al borde del colapso.
El hecho de que fuera posible comprar componentes Athena y manejarlos mediante ErgoPower ponía la última moda en la carretera al alcance de bolsillos "mundanos". sin embrago, en shimano, era necesario comprar buje, coronas y cambio dura Ace, además del las propias palancas.
Campagnolo estaba en el camino de hacerse fuerte de nuevo en Europa. Podría producir la demanda que había creado? Obtendrían sus clientes la satisfación buscada? Estas eran las preguntas que rondaban la cabeza de Valentino Campagnolo en otoño de 1991...
Este sistema posibilitaba el uso del mismo núcleo presente en las palancas de cambio montadas en elcuadro, con muelles fiadores y hacía muy sencillo elmecanismo de control de ese núcleo.
Así, el sistema era más compacto, sencillo y legero que el de shimano, además de ser fácilmente reparable (algo imprescindible para Campagnolo)
Pero además de este sistema se e3xtrajeron otras conclusiones que demostraban que se iba por el buen camino. Una de las quejas de los profesionales que usaban el Dual Lever de Shimano era que el peso de la maneta estaba muy desplazado hacia adelante, con lo cual el manillar contaba con mucha inercia en los giros, haciendo la bici "cabezona".
El sistema de Campagnolo, al ir en elinterior del cuerpo de la maneta tenía un menormomento polar de inercia, además de ser en principio algo más ligero.
Desde el punto de vista ergonómico, el nuevo sistema era tan válido como el de Shimano. En ese punto tampoco había problema.
El hecho de quel sistema de cambio estuviese dentro del cuerpo de la maneta y no montado en la parte móvil, en la palanca de freno, posibilitaba la ocultación del cable de cambio por debajo de la funda de manillar, cosa que en las Shimano no es popsible a no ser que se monte un complicado mecanismo en lasmismas que las haría enormes y pesadas. Esto era importante de cara a los usuarios tradicionales delamarca italiana que tenían el aspecto estético como un valor de los componentes Campagnolo.
Sin embargo, el hecho de discurrir la funda por elmanillare, adoptando sus curvas aumentaba el rozamiento del cable contra la funda, lo cual hacía el tacto menos agradable que en las palancas Shimano.
Se hicieron miles de kilómetros de test con equipos aficionados italianos. se quería tener la absoluta seguridad de que las levas integradas de Campagnolo iban a carecer depuntos débiles mínimamente argumentables.
Y al final se decidió no poner a la venta las palancas en 1991. O al menos no en los primeros meses, con lo cual no aparecieron en los catálogos de aquel año
Pero pronto algunos equipos profesionales italianos pidieron a Vicenza poder utilizar las palancas que usaban los aficionados. En Campagnolo aún se dudaba, no se quería tener un fallo en compatición profesional, nisiquiera se quería que se corriese aíun la voz de que sus manetas estaban a punto.
Pero en Italia, los equipos profesionales y aficionados sino comparten estructura, tienen una estrecha relación, lo cual hizo que lasprimeras manetas apareciesen el las clásicas de primavera en el pelotón profesional.
Los profesionales juzgaron el sistema como satisfactorio para carreras de ese tipo, y los ErgoPower comenzaron a aparecer burdamente camuflados en casi todos los equipos profesionales sponsorizados por los italianos. En todos menos en Banesto, donde aún se miraba el sistema con desconfianza... Pero es que Banesto era de los pocos equipos que contaba con ciclistas que aún no usaban pedales automáticos!
Tras el Tour De France, Pedro Delgado, viendop el buen resultado que el sistema estaba dando en muchas carreras a otros equipos, decidió montar también el sistema en su bicicleta. Y así, en Septiembre de 1991, Campagnolo bautizó sus palancas con el nombre ErgoPower y las puso a la venta.
La demanda era tan grande que la distribución no se regularizó hasta mediados de 1992. Había listas despera, cartas de distribuidores y aficionados a la fábrica... El éxito de ventas estuvo a punto de acabar siendo una nueva tragedia para Campagnolo, ya que lamaquinaria que montaba las palancas no daba abasto. Hubo que contratar personal para montarlas a mano, y aún así, la estampación no daba para más. Además el control de calidad supònía un cuello de botella importante, pero era necesario que ese control se llevase a cabo por el personal más preparado de la fábrica y que fuese estricto hasta el paroxismo. No se podía permitir el más mínimo fallo.
Así las cosas, el otro gran proyecto de la casa italiana para 1992 se vió gravemente dificultado: Se iba a poner a la venta un grupo de mtb llamado Record OR que pretendía ser el asalto definitivo de los de Vicenza al mercado del los caminos, pero su producción en las fechas clave para servir a los fabricantes, es decir justo a fineles delverano para las ferias del otoño hubo de ser detenida cuendo apenas se habían fabricado 1000 unidades de algunas de las piezas. Así las cosas, Campagnolo perdió la oportunidad de servir gran cantidad de pedidos que había hechos en firme, algunos de los principales fabricantes del otro lado del océano.
Fué una decisión terrible para los italianos. Era entrar en un mercado enorme como el del mtb USA o servir adecuadamente a los fieles fabricantes y aficioandos europeos. Se optó por esto ultimo. Viédolo con 10 años de distancia, quizá se escogió acertadamente el mal menor.
La gama 1991 de carretera se vendió incluso algo mejor que la de 1990 a los fabricantes, pero fué un éxito mucho mayor en las tiendas. Campagnolo comenzavba a desprenderse de su fama de fabricanmte anquilosado y la gente volvía a confiar en ellos para actualizar antiguas bicicletas.
Tras la aparición de los ErgoPower en otoño, y a pesar de la extremadamente irregular distribución, las ventas en aftermarket continuaron al nivel del verano en lugar de caer como es normal todos los años. La fábrica de Vicenza estaba al borde del colapso.
El hecho de que fuera posible comprar componentes Athena y manejarlos mediante ErgoPower ponía la última moda en la carretera al alcance de bolsillos "mundanos". sin embrago, en shimano, era necesario comprar buje, coronas y cambio dura Ace, además del las propias palancas.
Campagnolo estaba en el camino de hacerse fuerte de nuevo en Europa. Podría producir la demanda que había creado? Obtendrían sus clientes la satisfación buscada? Estas eran las preguntas que rondaban la cabeza de Valentino Campagnolo en otoño de 1991...