En mi paseo por España,me salio el duende cabrón en dos ocasiones,una en la cala de cantarrijan,con lo a gusto que estaba y la otra después de una semana de paron voluntario,y que me daba una pereza tremenda reanudar.
Pero una vez que me subía a la bici y empezaba a pedalear,el duende se quedaba en un rincón,resignado,aburrido y muerto de asco
Pero una vez que me subía a la bici y empezaba a pedalear,el duende se quedaba en un rincón,resignado,aburrido y muerto de asco