Han pasado ya unas semanas desde mi visita al trauma que me aconsejó poco más que fortalecer las rodillas. A partir de entonces y gracias al enlace de
@aleztrails, me puse a hacer ejercicios en el día a día, a través de pequeños hábitos. El principal, y que parece una tontería, es subir los peldaños de todas las escaleras que pillo, de dos en dos. Y son unas cuantas a lo largo del día.
Pues bien, no sé si es casualidad (aunque lo dudo mucho), pero he mejorado un montón la rodilla. A penas me molesta ya. Únicamente si estoy varias horas sentado, pero cada vez menos.