Mira la definición de mentira en la RAE, no es necesario que exista intención para que pueda calificarse de mentira.
Pero es que en el caso del individuo al que me refería, está más que claro que se inventa las cosas según escribe (o se las ha inventado previamente, lo que sería aún más preocupante) y, además, sus disparates siempre van en la misma dirección (las autoridades públicas, los políticos, los funcionarios, los colectivos profesionales, los ecologistas, los periodistas, las grandes empresas... no solo son todos corruptos e incompetentes, sino que además hacen sistemáticamente justo lo contrario de lo que debieran hacer, como si sufriesen una especie de compulsión sádica). Suelta disparates que se pueden comprobar en medio minuto que son falsos pero, por desgracia, poca gente se tomará ese medio minuto y posiblemente los dará por válidos.
Por ejemplo, en un encontronazo que tuve anteriormente con este individuo, soltó su acostumbrado rosario de disparates y, en mi respuesta, me centré en desmentir uno de ellos (tengo mejores cosas que hacer que desmentir todos las burradas que suelta): que el tojo está declarado especie protegida en Galicia y si lo cortas te pueden multar (tiene la manía de que las autoridades están empeñadas en fastidiar al paisano de pueblo). Pues bien, el tojo no está declarado especie protegida, sino todo lo contrario: especie invasiva, de tal forma que no solo no te multan por cortarlo, sino que te animan a que lo hagas.
Y así una detrás de otra, como la perla de que la mayoría de los arquitectos de EE.UU. cree que las torres gemelas fueron dinamitadas. Y si le pides que aporte fuentes que apoyen lo que dicen, pone enlaces sacados al tun-tún de Google, sin ni siquiera leerlos. En el caso de los arquitectos, ha puesto una página web de un grupo de conspiranoicos en los que se da la casualidad de que algunos de ellos son arquitectos (o dicen serlo) mientras que las asociaciones profesionales del sector, que sí representan a la gran mayoría, insisten en que no quieren tener nada que ver con esos pirados.
Tengo varias décadas de experiencia participando en foros (desde principios de los 90 estoy en esto) y he visto en muchas ocasiones el efecto tóxico que causan estos individuos con sus mentiras en una comunidad virtual, además de en la sociedad en general. Extienden el odio, la desconfianza y la ignorancia, cosa que, cuando se dan ciertas condiciones, da pie a sucesos nada edificantes.
Pero volviendo a lo de las fuentes, es difícil mantener un diálogo productivo si uno se pone en la actitud de "cualquiera que me dé la razón dice la verdad, todo el que me contradiga miente". Eso no lleva a ninguna parte, además de ser absurdo en muchos casos, como lo de los "testigos" del laboratorio chino "silenciados por los medios de comunicación".