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Me autocito para completar mi opinión que la escribía anoche con el móvil de cualquier manera. Y así enlazo con mis reflexiones sobre los retos y el esfuerzo después de muchos años en el mundo de la montaña.
Lo que quiero decir es que yo doy por hecho que la gente que paga y se organiza para ir a estas pruebas tiene un nivel mínimo de preparación y está rodada en bici durante años, si no creo que ni te lo plantearías. Y ese nivel de preparación lo puedes conseguir en la medida de tus posibilidades con el tiempo libre que te deja el día a día, unos más y otros menos.
Y una vez en carrera estoy seguro que la gente no va tan a límite porque nadie que no sea profesional no está acostumbrado a ese umbral de dolor de la competición, y en cuanto ruedas 30 min a tu 95% la mente desconecta y te relajas, ese plus de tirarte 4 horas a ese nivel de esfuerzo sólo lo puede hacer un profesional entrenado. Y al final tampoco son etapas de pruebas de ultradistancia, la más larga son 125km con 1500 m. de desnivel, eso a un ritmo normal, con un estado físico bueno se puede hacer sin problemas. Yo creo que con una preparación normal y no yendo a competir, el hecho en si de que aquí te de un infarto es cuestión de mala suerte sin más.
Ahora viene la otra parte en la que si estoy de acuerdo, y os dejo un video de Daniel Race que lo deja muy claro (además señala a Ajram y Valentí) sobre la épica y los retos imposibles que nos están vendiendo. Si os interesa el tema u os estáis planteando hacer alguna prueba de ultradistancia recomiendo verlo:
Pero como no todo es blanco o negro y hay también grises habrá que plantearse en que momento la libertad individual de cada uno, sus aficiones y pasiones justifican el que te puedas poner al límite o buscar lo imposible. Y esto es algo que aprendí después de muchos años en el mundo montañero que en ocasiones es muy místico. Todos somos ya mayores y dueños de nuestra vida, ¿hasta que punto tenemos derecho a elegir donde y cómo asumir riesgos? Esto es cuestión de filosofía interna de cada uno, unos pensarán que si sabes que tienes grandes posibilidades de morir mejor te quedas en casa, y otros piensan que subir un 8000 en invierno es muerte casi segura y se van allí a sabiendas. No se si el chaval de la Titan tenía una u otra filosofía, supongo que si hubiera podido elegir se hubiera quedado en casa (como haríamos la mayoría), lo que se es que lo que en definitiva murió haciendo lo que le hacía feliz.
Todo esto entra dentro de la esfera personal de libertad de cada uno, por eso me molesta que se critique a la gente por lo que hace, sí estoy de acuerdo en criticar a aquellos que fomentan que se asuman riesgos, pero una vez la decisión personal está tomada, cada uno es dueño de su vida. Si este chaval había decidido ir a la Titan y se había preparado más o menos ya es cosa suya, unido a que el hecho de que te de un infarto allí es cosa de mala suerte, no de más o menos preparación.
Bueno aquí queda mi reflexión, como digo creo que al fin de cuentas se trata de la filosofía de vida de cada uno.
