Día/ruta de de sentimientos encontrados. Hemos ido a la zona de Navacerrada con un track que pintaba muy bien y con la intención de hacer varias bajadas en una zona que apenas he visitado y que tenía ganas de descubrir. La verdad es que el sitio es espectacular y volveremos, porque hemos tenido que abortar por el frío. O más que por el frío, por el agua congelada que nos había calado los pies tras vadear por cuatro veces dos arroyos que se nos cruzaban en el camino. Pedalear a -4º con las zapatillas encharcadas y los calcetines empapados ya os digo que no es una sensación agradable… al final nos hemos tenido que conformar con hacer dos veces la misma trialera y unos 18Km que no llegan a los 700m de acumulado, una birria pero al menos la trialera la hemos disfrutado.
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La ruta la hemos iniciado desde Navacerrada pueblo, del que hemos salido por el norte buscando una senda entre pinos que va paralela a la M-607 y que nos deja a la altura de la Fonda Real, hacia donde cruzamos para seguir ascendiendo por la pista de Prado del Pinio, relativamente cómoda y tendida al principio para ir ganando cota buscando la primera de las bajadas. Cuando enlaza para morir en el Camino del Calvario, la cosa empieza a empinarse, pues las rampas comienzan a ganar en %. Aún así, nada que ver con la dureza de la semana pasada en La Jarosa. La mayor dificultad la planteaba el vadeo del río de Navalmedio, que se hacía montado siendo inevitable que nos mojáramos los pies al pedalear. Sumado a que, a medida que ganábamos altura, la temperatura iba bajando, de los 5 grados más o menos en el pueblo a los -4 allí arriba.
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Pero a ese pequeño inconveniente y al temor de la congelación, se añadía otro algo más interesante: los frenos dejaron de frenar (y algún cambio SRAM, de cambiar). Las pastillas y los discos estaban congelados y el líquido de frenos se había vuelto más denso con la baja temperatura limitando mucho la capacidad de frenado. Llegando arriba, en las plataformas de los pedales, había una capa de hielo, las gotas de agua que habían salpicado al cuadro vadeando el río se habían solidificado y, lo más curioso, los cordones de las zapatillas se habían congelado y se habían hecho una pieza…
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En las condiciones de frenado limitado decidimos omitir la primera bajada, que era una negra de Trailforks, la llamada “del Miedo” y nos encaminamos a la siguiente, la de La Sal (🔺). Una trialera que empieza fuerte, en una losa de granito donde hay que confiar en la bici (y no echar mucho el culo atrás para no perder la dirección al llegar abajo), y que luego es puro flow y disfrute, con curvas, garden rocks, algún escalón y algún banco de raíces (secas) para disfrutar.
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Llegados abajo, el track volvía a subir y es lo que hicimos. Pero al llegar arriba, tras vadear de nuevo el río, llovía y sobre mojado, las trialeras siguientes eran a más altitud y, por tanto, menor temperatura, por lo que decidimos abortar misión, y bajar a Navacerrada repitiendo La Sal y luego continuar por el camino de Majarzal, muy sencillito, hasta la Fonda Real, desde donde desandamos parte del camino andado al principio de la ruta.
Quedan para otra ocasión la Senda Ortíz, la Alakan o la bajada de la Peña de la Colmena que teníamos en nuestro programa, junto con la del Miedo para completar 1.000m de desnivel en 33Km.
Aún así, amenazo porque mañana habrá vídeo.