Pues realmente pasar de una doble a rigida, como bien decis, parece un paso a contracorriente. En mi caso estoy encantado. Tras cerca de 1 año con la Oiz tenia una vocecita interior que me decia que habia algo que no estaba bien.
Antes de dar el paso analice lo bueno y lo malo y aquí cada uno puede tomarlo como bueno o malo a su modo de ver:
- Comodidad de la doble
- Polivalencia de uso
- Tipo de rutas que realizo
- Cantidad de tiempo con las suspensiones bloqueadas
- Rigidez del cuadro
- Mantenimiento
Así que basicamente llegué a la conclusión de que por el uso que le doy a mi bici, me penalizaba más que otra cosa. Me vendí la Oiz y com el dinero me compré la Alma.
Desde el primer momento me noté mejor, menos penalización en el pedaleo, más agil, más comodo... En mi caso concreto, 100% acertado.