Se que me meto en un jardín, como hago habitualmente. 😅. Pero este post es una simple reflexión (por eso lo pongo en off-topic) de algo que me di cuenta el otro día.
Y además este post sólo lo van a entender los más "veteranos" en el mundo de la bici. No pretendo que todo el mundo entienda lo que aquí voy a poner porque para eso hace falta tener años y ver la vida de una manera particular. Os cuento la película:
Después de un verano "intensito" de calor el otro día retomé la bici, iba yo con mi gravel haciendo ruta, fuera de forma totalmente, con un dichoso viento de cara de tarde de verano, a 35 grados, y resoplando en una rampa del 13%, yo iba calculando las fuerzas que me quedaban, las horas de luz y la distancia de vuelta a casa... Y entonces en plena rampa escucho un zumbido zzzzzzzzzz.... y un chaval bastante más joven y delgado que yo me pasó con su musiquita y sin atisbo de falta de aire cuando me saludó.
Y entonces lo entendí todo.
No me voy a comprar una e-bike simplemente porque es un producto que te facilita todo. Y aquí está lo complicado de entender, que sea todo más fácil no quiere decir que sea mejor. Para los que ya tenemos una edad y crecimos viendo a Perico en el Galibier, esto del ciclismo es un "arte". El arte de tener fuerza de voluntad para salir a pedalear aún estando fuera de forma, el arte de programar una ruta siendo consciente de tus fuerzas, el arte de alimentarte y beber para no quedarte con fuerzas o el arte de decidir cuando es hora de dar la vuelta porque tu cuerpo lo pide ya. Por no hablar de lo que nos mueve en realidad, la sensación de recompensa al coronar un puerto o llegar al destino que tenías marcado con el esfuerzo que puede generar tu cuerpo.
Todo eso la bici eléctrica lo elimina de un plumazo. Si estás bajo de forma sabes que la bici te va a ayudar a decidir salir. Si vas en ruta y el cuerpo te da un bajón, ahí tienes el modo boost, si te da el viento o hay una rampa donde te suben las pulsaciones tienes recursos para quitarte ese sufrimiento... Y si se te echa la hora encima se le da un apretón y a 25 Km/h a casa. Sin duda te hace la vida más fácil. E incluso sospecho que tiene que ser más divertida que una bici convencional.
Y aquí viene la parte de la conclusión que he llegado, y que yo achaco a la edad. No todo lo que nos venden como "avances" en la vida tienen porque ser mejores, de hecho estoy convencido que estos últimos 20 o 30 años hemos perdido mucha calidad de vida, o al menos, autenticidad o sensaciones en lo que hacemos en el día a día. Por poner un símil, te pueden vender que el whatsapp es la repera (que sí que lo es como herramienta de comunicación) pero la consecuencia es que hemos perdido totalmente el contacto directo con nuestros conocidos y las sensaciones que ello conllevaba. Hoy todo es más fácil pero más frío.
Así que he decidido que hasta que el cuerpo me aguante, voy a seguir experimentando las sensaciones primigenias que me dio este deporte cuando empecé a practicarlo y que son las que me han mantenido unido a él tantos años. Dicho queda por aquí, no espero que todo el mundo lo entienda. 😉
