Yo tengo dos niñas y no ven la tele todo el día. Estudian, hacen deberes, hacen gimnasia, tocan la pandereta y bailan, hacen manualidades, leen libros( la de 8 años ya se leyó 2, la de 6 y pequeño de cuentos). Escriben un diario, y te podría enumerar muchas más cosas. Y si, también ven la tele. Si dejasen salir a hacer deporte, de repente, todo el mundo haría deporte. En vez del papel higienico, se habrían agotado los malliots y camisetas deportivas. Hay que estarse quietecito en casa y punto. Todos tenemos teorías y todos sabemos lo que habría que haber hecho, pero solo estamos pensando en salir a hacer deporte. Yo al menos bastante me preocupé que nadie de mi familia o cercano se ponga malo y se tenga que morir solo en un hospital. Y que mis hijas lo pasen lo mejor posible y se les haga llevadero todo esto. Que parece que sin bicis no sabemos vivir.
Esto es otra demostración de lo desinformada que está la gente sobre la prevención *eficaz* del covid.
Lo que frena el covid no es estarse en casa, sino el cortar las cadenas de contagio. En parte se consigue mediante el distanciamiento social y en parte por prácticas de higiene (lavarse las manos con jabón, etc).
El hecho de que estés en casa no hace que estés protegido por arte de magia. Si alguien con quien convives tiene contacto con otras personas, cuanto más tiempo pases encerrado con esa persona más posibilidades hay de que te contagies. El distanciamiento social consiste en eso: distancia, y el estar encerrado con otras personas va contra ese principio.
En mi aldea la media de edad debe sobrepasar con creces los 60 años. Mucha gente tiene los problemas de salud típicos: diabetes, hipertensión, sobrepeso... también no pocos casos de depresión. Es absurdo que esa gente tenga que estar encerrada al mismo tiempo que en su casa hay al menos una persona que está entrando y saliendo todos los días (por motivos de trabajo o porque acude a cuidarlos). El riesgo asociado a tener en casa a alguien que va a la ciudad todos los días a trabajar con otra gente es infinitamente mayor del que correrían si saliesen a dar un paseo con la simple precaución de no acercarse a menos de dos metros de los otros parroquianos que se encontrasen (y tampoco pasaría nada si se paran a charlar mientras mantengan la distancia).
Hoy he salido por tercera vez desde que empezó el confinamiento y, aparte de los paseantes de perros (que esos tienen bula: el gobierno pensó en el bienestar psicofísico de los perros desde el principio!) me encontré con un vecino dando un paseo (sin perro, se entiende). Muy bien hecho. No estaba poniendo en peligro a nadie y estaba cuidando su delicada salud. Si todos los vecinos ancianos se pasan dos meses encerrados, el daño que causaría eso sería muchísimo mayor que los teóricos contagios que se podrían producir (que serían cero).
Pero a continuación llego a la tienda de comestibles y me encuentro con más soluciones mágicas: los dependientes con guantes pero sin respetar en absoluto las normas de uso efectivo (que lo de los guantes es otra chorrada más: no aportan prevención sobre la correcta higiene de manos fuera de entornos sanitarios), otro tanto para las mascarillas... Cualquiera que entrase allí, por el simple hecho de empujar la puerta, correría un riesgo infinitamente mayor de contagiarse que dando cien paseos.
Hay mucha tontería con esto del "quédate en casa". Lo que debiera hacer el gobierno (si es que no lo está haciendo ya, que como no veo la tele no me entero) es explicar una y otra vez lo que es el verdadero distanciamiento social y lo que es una cadena de contagio y dejarse de tanta consigna facilona que, además de una eficacia limitada, tiene efectos contraproducentes.