@malc__com : sin negar tu punto de vista, yo percibo el tema desde otro ángulo. Los influencers se llaman así por su capacidad de influenciar la toma de decisiones de sus seguidores. El tipo de influencia que les da dinero consiste principalmente en el contenido patrocinado, no en sus opiniones o sus gracietas o su cara bonita. Dicho contenido patrocinado puede consistir en algo relativamente inocuo como vestir una marca de ropa, sin más, lo que se llama emplazamiento de producto. O puede consistir en pretender estar dando su opinión experta cuando, en realidad, están haciendo publicidad. Esto último es un engaño puro y duro.
Puede ser a que a ti y a mí no nos la cuelen, pero a mucha otra gente sí (como es el caso que comentas de tu amigo). Y lo de que no nos la cuelan, la verdad sea dicha, ocurre siempre y cuando se trate de algo sobre lo que tenemos cierto conocimiento. Si es sobre algo que no domino, sin duda lo que vea influirá (<--- ahí está la palabra clave) en mis decisiones de forma importante. Y las empresas que les dan la pasta a los influencers piensan lo mismo, obviamente.
Además, estos publicitarios disfrazados de expertos, como tienen más ingresos y, por lo tanto, más medios para invertir en la producción y en la promoción de su contenido, obtienen la gran mayoría de las visualizaciones, desplazando a los autores que actúan de forma honesta.
Por algo estos influencers no cumplen con la ley que obliga a marcar los contenidos patrocinados: su audiencia caería en picado, porque lo último que quiere la gente es ver más publicidad.
