Jopaligi
Miembro
Las opiniones, como los culos, todo el mundo tiene una y aquí va la mia.
Yo tenía las dudas entre comprar gravel y rígida, la última razón para despachar la gravel fue mayormente económica pues quería algo de carbono y bien equipada pero los precios me dieron una bofetada de realidad.
Sigo con el gusanillo de probarlo, pero no voy a hacer el desembolso de comprar una gravel básica para que no me convenza y tener que vender a pérdidas.
El tema de que te limita las zonas por las que puedes salir, pues serán gustos y capacidades del rider, en una ocasión coincidí en la zona de San Lorenzo del Escorial (una ruta conocida como “las zetas”) con un chico que se hizo la ruta con una gravel de titanio preciosa (yo tuve que echar pie a tierra con toda una doble de 120mm y caté suelo un par de veces) que me dijo que aunque en algún momento sufrió disfruto mucho de la ruta. La ventaja de esto es el aumento de capacidades en cuanto a técnica de carrera.
Los mantenimientos, pues como todo, si eres un manitas, tienes el equipo, el tiempo y las ganas pues lo haces tú otros pues nos asustamos cuando nos piden entre 200 y 300€ por el mantenimiento de la doble…
Modas, marketing… siempre va a esta ahí, lo estuvo con el cambio a 29”, el monoplato (luego se amenazó con volver a transmisiones 2x12), ahora el 10-52, las dobles para XC en su momento, las empresas viven de esto y esas son sus armas…
Yo finalmente he pillado una flaca básica para probar la carretera e ir a currar (solo la he probado una vez y solo el hecho de volver a montar ya me ha hecho feliz) ya tengo ganas de hacer una ruta la semana que viene que tengo unos días.
Por otro lado en pillado una rígida de carbono bien equipada y rebajada de su precio original (cuando la tenga ya os informaré en el post correspondiente).
Seguramente eche de menos la doble y seguiré con el gusanillo de probar una gravel, pero por el momento creo que tengo más que cubiertas mis necesidades.
Después de este ladrillo el mejor consejo que te puedo dar es que pilles aquella bici que te enamore y que te motive para salir a darle cera independientemente del estilo que sea.
Yo tenía las dudas entre comprar gravel y rígida, la última razón para despachar la gravel fue mayormente económica pues quería algo de carbono y bien equipada pero los precios me dieron una bofetada de realidad.
Sigo con el gusanillo de probarlo, pero no voy a hacer el desembolso de comprar una gravel básica para que no me convenza y tener que vender a pérdidas.
El tema de que te limita las zonas por las que puedes salir, pues serán gustos y capacidades del rider, en una ocasión coincidí en la zona de San Lorenzo del Escorial (una ruta conocida como “las zetas”) con un chico que se hizo la ruta con una gravel de titanio preciosa (yo tuve que echar pie a tierra con toda una doble de 120mm y caté suelo un par de veces) que me dijo que aunque en algún momento sufrió disfruto mucho de la ruta. La ventaja de esto es el aumento de capacidades en cuanto a técnica de carrera.
Los mantenimientos, pues como todo, si eres un manitas, tienes el equipo, el tiempo y las ganas pues lo haces tú otros pues nos asustamos cuando nos piden entre 200 y 300€ por el mantenimiento de la doble…
Modas, marketing… siempre va a esta ahí, lo estuvo con el cambio a 29”, el monoplato (luego se amenazó con volver a transmisiones 2x12), ahora el 10-52, las dobles para XC en su momento, las empresas viven de esto y esas son sus armas…
Yo finalmente he pillado una flaca básica para probar la carretera e ir a currar (solo la he probado una vez y solo el hecho de volver a montar ya me ha hecho feliz) ya tengo ganas de hacer una ruta la semana que viene que tengo unos días.
Por otro lado en pillado una rígida de carbono bien equipada y rebajada de su precio original (cuando la tenga ya os informaré en el post correspondiente).
Seguramente eche de menos la doble y seguiré con el gusanillo de probar una gravel, pero por el momento creo que tengo más que cubiertas mis necesidades.
Después de este ladrillo el mejor consejo que te puedo dar es que pilles aquella bici que te enamore y que te motive para salir a darle cera independientemente del estilo que sea.